Buenas noches,
Abuelo
El abuelo había vivido una vida plena,
con una esposa amorosa, hijos y nietos.
En sus últimos años se había encariñado especialmente de su nieta más joven, Maria,
y pasaba muchas noches
agradables leyendole cuentos en la cama
mientras la veía dormirse.
Una noche, cansado, el abuelo se voltea
a Maria y le dice: “Tengo una idea.
Esta noche estoy muy cansado,
asi que ¿por qué tu no me lees a mí?”
A Maria le encantó la idea y seleccionó
uno de sus libros favoritos.
Sentada junto al abuelo, que ahora estaba cómodamente acostado en la cama,
ella empezó a leer…
No pasó mucho tiempo antes que el abuelo
cerrara los ojos y se quede dormido.
Maria apagó la luz en silencio,
se inclinó y besó al abuelo en la mejilla,
y susurró:
“Buenas noches, abuelo. Te amo.
Duerme bien.”
El abuelo durmió muy bien esa noche
y ahora está con los ángeles.